Crítica del episodio 7 de X-Men ’97: «La primera temporada ha llegado por fin a un punto muerto»
¡Spoilers del episodio 7 de X-Men ’97!
No se puede ganar a todos. Tras un sinfín de muertes, destrucción y el giro argumental que acabó con todos los giros argumentales, la temporada 1 de X-Men ’97 ha llegado por fin a un punto muerto.
El episodio 7, titulado «Ojos Brillantes», comienza con un funeral. Rondador Nocturno, ataviado con el traje tradicional de sacerdote, elogia a Gambito de una forma hermosa antes de que veamos cómo bajan su ataúd a la tierra. En el funeral está notablemente ausente Pícara, que suponemos que ni siquiera puede soportar estar allí, ¿y quién podría culparla? «El duelo es una guerra solitaria», nos recuerda Bestia. «Rogue tiene que arreglárselas sola».
Corte a Rogue resolviendo las cosas. Irrumpe en una base del ejército estadounidense con la esperanza de encontrar a Henry Gyrich o Boliver Trask, los hombres que están detrás de la creación de esos robots centinela asesinos de mutantes. En un giro inesperado, aparece un enfadado Capitán América y le dice que se retire. Le dice a Rogue que ambos están en la misma misión, pero que no quiere formar equipo con los X-Men en público porque «envía un mensaje». Así pues, no sólo el Presidente de los Estados Unidos ha evitado apoyar públicamente a los mutantes debido a la «óptica», sino que también lo ha hecho el bueno de Steve Rogers. En mi escena favorita de todo el episodio, Pícara, descontenta con la respuesta más bien cobarde del Capi, coge su escudo y lo arroja a las montañas antes de salir volando. Hoy nadie se mete con Anna Marie LeBeau.
Los X-Men, decididos a mantener viva la esperanza, viajan de vuelta a Genosha para buscar supervivientes. Buenas noticias: Emma Frost está viva y ha alcanzado su prácticamente impenetrable «forma de diamante» (que es un guiño directo y muy chulo a la Caída de Genosha en los cómics). Malas noticias: Madelyne Pryor y Magneto siguen muertos (o eso creemos).
Corte a uno de los momentos más dulces del episodio: Jubilee insta a Mancha Solar a que cuente a sus padres su verdadera forma mutante, no sea que se enteren en las noticias de las cinco tras otra tragedia. Van juntos, subiendo en ascensor hasta el último piso del lujoso condominio en el que vive su familia. Resulta que sus padres sabían que era mutante (en parte debido a que tres de sus casas se han incendiado desde que él tenía 16 años). Pero el tema recurrente en este episodio continúa: La madre de Mancha Solar no quiere que revele su naturaleza mutante al público, ni que se relacione públicamente con los X-Men. Ahora todo el mundo está en contra de los mutantes, y no pinta bien para esa unión humano-mutante que intentaban construir a principios de temporada. Incluso la reportera Trish Tilby insinúa que un frente unido nunca fue posible, y Bestia le dice que, para empezar, nunca deberían haber pedido tolerancia humana.
Las cosas vuelven a animarse cuando la banda encuentra por fin a Boliver Trask, a quien Morph se refiere graciosamente como el Oppenheimer de los pobres. Trask cuenta a los X-Men una triste historia sobre cómo Mister Siniestro nunca le tomó en serio, y decide saltar por el balcón en lo que parece un intento de acabar con su vida. Pícara lo agarra y le pide que les cuente más cosas sobre los Centinelas, pero él se limita a responder: «No tengo nada». En uno de los movimientos más geniales y fríos de la historia, Pícara le responde: «Yo tampoco», y le deja caer. ¡Maldita sea! Pero entonces no muere, sino que muta en una especie de Centinela Humano conocido como Prime Trask y se vuelve prácticamente imparable.
No te preocupes, hay una revelación. A mí no me hizo mucha gracia, pero sin duda pretende ser el gran momento de suspense del episodio: Magneto está vivo. Está prisionero de Bastión de una forma espeluznante que tienes que ver por ti mismo para comprender lo espeluznante que es. Fin del episodio.
La serie no para de hacer doble juego, y me parece bien. Sin embargo, lo de «muerto pero no de verdad», aunque divertido al principio con la revelación de Xavier, ya es un poco viejo. La muerte-pero-no-muerte de Trask fue bastante guay en teoría, pero tampoco pude evitar gemir cuando ocurrió. Estamos en medio de lo que está a punto de ser una guerra total, humanos y mutantes por igual, contra Mister Siniestro… y seguimos resucitando gente. El episodio 6 mostró a Xavier apresurándose a volver a la Tierra, pero aún no ha aparecido. Cuando lo haga, es probable que se acuse a los mutantes de mentir y encubrir su muerte, convirtiéndose en el último clavo en el ataúd que pone de lleno a los humanos contra ellos. Esto daría lugar a un argumento bastante interesante, por supuesto, pero quizá deberíamos dejar morir a los personajes muertos… a menos que se trate de Gambito. Me parecería bien alguna razón mágica salvajemente inventada para traer de vuelta a Gambito.
Estoy seguro de que para algunos es agradable tener un episodio un poco más lento y más expositivo. También estoy seguro de que a algunos les habrá parecido igual de lleno de acción que los episodios anteriores. Yo, en cambio, habría preferido media hora entera de Rogue ejecutando su venganza plagada de dolor. Ella es, con diferencia, lo mejor de este episodio: su frustración consigo misma por sus sentimientos hacia Gambito y Magneto, su dolor por la pérdida de ambos hombres, su ira, su rabia… todo está maravillosamente ejecutado, y tengo que reconocer una vez más el mérito de los guionistas por desarrollar y dar cuerpo a estos personajes de una forma que X-Men: la serie animada nunca tuvo la oportunidad de hacer. A falta de tres episodios para el final de la serie, no cabe duda de que las cosas están a punto de acelerarse… pero yo estoy un poco más preparada que la semana pasada.
Los siete primeros episodios de X-Men ’97 ya están disponibles en Disney Plus, y los episodios restantes se emitirán semanalmente. Para saber más, consulta todos los huevos de Pascua de X-Men ’97 que podrías haberte perdido, nuestra lista de todos los nuevos cómics de X-Men de 2024 y nuestra guía sobre cómo ver las películas de X-Men en orden.
